LA RELACIÓN
ENTRE LA DIPLOMACIA, CULTURA EMPRESARIA Y UNA CUALIDAD DE LOS EMPRESARIOS
La Diplomacia, como disciplina, es el ejercicio de una actividad de la
política exterior de una nación.
Pero, no es toda la política exterior. Es solo algo una parte de la misma.
Si nuestro país celebra un acuerdo en el seno de la Organización Mundial de
la Salud, o participa de un certamen de competencia, como las olimpíadas de
Matemáticas o, realiza un acuerdo de políticas de frontera en materia de
radiodifusión, los organismos que intervienen decisivamente en tales
actividades serían la Secretaría de Salud , la Secretaria de Educación y la
Secretaria de Comunicaciones y el Comité Federal de Radiodifusión.
Todas esas actividades que tienen influencia fuera de nuestro país y hacen a
los intereses del país, son constitutivas de la política exterior de
Argentina.
No obstante, la política exterior cuenta con un segmento de actividad
esencial para la génesis y seguimiento de los resultados de las actividades
que he mencionado, el organismo que se ocupa de tal actividad es el Poder
Ejecutivo Nacional, por intermedio de la Cancillería.
El ministerio de Relaciones Exteriores cuenta con un plantel de
profesionales egresados de Escuela del Servicio Exterior. La capacitación
que se lleva a cabo es la suficiente para que la actividad diplomática sea,
en definitiva, la confirmación de la cultura de la nación, en sus distintas
vertientes y, en primera y ultima instancia su actividad tiñe todas las
demás acciones que se realicen en materia de política exterior.
Los estados, perciben por la actividad del cuerpo diplomático, la naturaleza
de esa cultura totalizadora.
He deseado realizar esta introducción, con el propósito de señalar la
importancia de un aspecto parcial de una actividad que, sin ser el todo, es
la síntesis de ese todo y es su medida proporcional cuya temperatura, tempo
y nivel de exposición da una idea de lo que es o pretende ser el país.
Ahora bien, esa misma relación esencial, es la que existe, a pesar de muchos
intentos descalificadores o equivocados, entre la exposición publica de una
cultura empresaria y la empresa misma y, esa cultura empresaria solo es
percibida y mensurada por terceros, no solo por la actividad y los
resultados de todo un cuerpo de gerenciamiento, sino , fundamentalmente y ,
desde un inicio, por la política institucional y de exposición publica que
esa cultura empresaria "es".
Esa cultura empresaria es la que se construye desde los intereses, la
estética y la dirección del negocio que imprimen los accionistas.
Y, solo un sector de la empresa esta más obligada que cualquier otro a
comprenderla y expresarla con claridad, es el que corresponde a las
relaciones institucionales y publicas del emprendimiento.
Algunos despistados, creen que esta actividad esencial es algo que se trata
de cócteles y reuniones frívolas y tontas, cuando en realidad, lo que esta
en juego es el respeto que la empresa logrará o no en su publica actividad.
Y ese respeto es esencial, es el clima necesario para ser interlocutor
válido, y la capacitación del personal para llevarla a cabo, no tiene fin.
Es necesario actualizarla permanentemente, en un grado tal que responda a
los actuales cambios, donde no se trata de una "política empresaria", sino
de una " política internacional empresaria", lo que es muy distinto.
En mi opinión, esta actividad esencial es lo que la actividad diplomática es
a la política exterior y, si el flujo de información desde ambas direcciones
de la empresa falla, fallará la percepción que la gente tiene de la empresa
misma y sus integrantes. Y el negocio será más riesgoso.
Las personas que se ocupan de la actividad institucional, de imagen y
relaciones publicas del negocio, necesariamente deben ser las mas
meticulosamente informadas de los propósitos y objetivos de la empresa, no
solo para el mediano sino, para el largo plazo y, la enorme
profesionalización que tal responsabilidad conlleva, en mi simple opinión,
no se lleva a cabo adecuadamente en Argentina.
Entre otras cosas, porque la necesaria capacitación para esta actividad no
es nada barata y no puede ser ejercida por improvisados. Como le he
comprobado muchas veces.
Por ese esencial motivo y, por respeto a quienes están comprometidos con
esta esencial actividad me he permitido esta breve reflexión. Es en homenaje
a ellos, que siempre luchan más contra la incomprensión interna que la de
los potenciales adversarios o competidores que, no son quienes pagan sus
sueldos.
Quizás alguna vez se comprenda el porque, hay tantos comerciantes y tan
pocos empresarios.
Dr. Juan de Dios Romero
juan869@hotmail.com |
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