loader

Clima Laboral

Coaching

Cuando las emociones afectan nuestra práctica profesional

La interacción con otras personas permite prestar atención, a una problemática conceptualizada de diversas maneras: mal carácter, irritabilidad permanente, inhabilidad social, etc. Y trae consigo: bajo rendimiento laboral, vulnerabilidad al conflicto; afectando a los equipos de trabajo, y fundamentalmente la salud de quien posee estas características y por ende su entorno familiar, que en definitiva, genera para la organización un problema que va más allá de la productividad de la persona o el rendimiento del equipo, ya que modifica sustancialmente el clima laboral en relación a la posición que esta ocupe.



En la actualidad, una gran parte de las empresas y PYMES han comprendido que el éxito en la gestión, está directamente relacionado con la resolución efectiva de los problemas humanos, no solamente porque reduce de modo notable los costes por juicios laborales, y de salud; sino porque al disminuir los conflictos entre personas, las relaciones se tornan dinámicas, eficientes y mucho más exitosas a nivel de trabajo en equipo y de concreción de objetivos.

El mayor desafío que enfrenta una empresa de tipo familiar, es abordar los problemas inherentes a la actividad de modo eficiente, sin dañar la relación que no es sólo laboral sino también familiar. Gestionar, delegar, liderar es tal vez el punto crítico en una empresa familiar. Como se resuelven las situaciones enojosas?, como hacer para no llevar al terreno de lo familiar los problemas laborales? Cuando el enojo se reprime o se manifiesta de modo inadecuado, la solución al problema que dio origen, suele estar más lejos de ser alcanzada y si este enojo no puede ser expresado se traslada hacia quienes están próximos a la persona (clientes, otros colaboradores, etc.)

Compartir la mayor parte de nuestro tiempo activo con una persona irascible, o con dificultades para expresar adecuadamente su enojo, influye de modo notable, en el incremento del estrés de la persona y también de quienes perviven el mal carácter de jefe o colaborador. Provoca una reacción en cadena: quebrando el ciclo de la motivación, genera irritabilidad, descontento, decae el interés y se pierde el compromiso con la empresa. En lo interno la persona sufre un aumento considerable en adicciones (cigarrillo, café, bebidas alcohólicas), trayendo consigo mas consultas al médico.

Las emociones no son ni buenas ni malas, podemos caracterizar como emociones productivas o emociones improductivas, en realidad, su función es remitirnos al problema. Cuando las emociones son problemáticas, como la ira o el enojo, con frecuencia generan daño hacia la persona misma y hacia los demás (clientes, colaboradores, familia, entre otros), pero no siempre la ira deviene en un acto de violencia, el objetivo de esa emoción, entendido como un proceso, es quitar el obstáculo que nos provoca frustración y que, en ese deseo se halla implícitamente y sin esperarlo, una respuesta inadecuada de esa emoción. La expresión del enojo o de ira se manifiesta: como una explosión (hacia fuera de la persona) o como una implosión (hacia dentro, el típico caso de la persona que no reacciona ante situaciones externas, comúnmente decimos: “se traga la bronca”), ambas son igualmente peligrosas ya que estas emociones se retroalimentan.

¿En que momento una persona comienza a experimentar emociones improductivas? En la mayoría de los casos, no siempre se suele recordar cuando comenzó a levantarse con malhumor, o cuando empezó a sentir fastidio recurrente. La aparición de las emociones improductivas, suele estar directamente relacionado, entre otras cosas, con la dificultad de adaptación al medio, al abordaje de nuevas responsabilidades, de posiciones de alta competitividad, por la inseguridad o el miedo a la pérdida laboral; en otros casos está directamente relacionado con la sensación de frustración por objetivos que no pueden ser alcanzados, por otra parte, los altos niveles de endeudamiento es uno de los factores principales de frustración y enojo.

El menor tiempo que dure un estado emocional improductivo, nos permitirá una mejor calidad de vida, una forma eficiente de relacionarnos con nuestro entorno y disminuiremos considerablemente nuestra predisposición a las enfermedades. Las emociones destructivas forman parte de nuestra respuesta a los desafíos del medio, el entrenamiento para disminuir sus efectos será la diferencia el éxito y el fracaso en nuestra vida familiar y laboral.



Lic. Cristina de la Vega
Coach en Gestión del Enojo, Directora de los cursos sobre: Desarrollo de las Habilidades Emocionales, Actitud positiva frente al conflicto relacional – Alfabetización emocional para Acuarell Capacitación y Formación Profesional – curso@acyf.com.ar www.acyf.com.ar - www.onlinecursos.com.ar


El contenido de las notas y artículos firmados no representan, necesariamente la opinión de RRPPnet, siendo exclusiva responsabilidad de sus autores.
Editorial