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Transmisión en nanosegundos


Velocidad de las Redes Sociales

Durante esta semana fuimos testigos de dos hechos que ponen en evidencia el impacto que son las redes sociales sobre la sociedad global y cuáles son los cambios que se pronostican en un futuro cercano. “Mi amor llama a mi nieto Jaimito para que me ayude con la computadora porque se trancó”, dice la leyenda de una caricatura publicada hace ya un tiempo en los albores del Internet.

El advenimiento de la transmisión de información a la velocidad de nanosegundos ha generado una verdadera brecha generacional más honda que las profundidades del Oceáno Atlántico.



Los recientes acontecimientos en Irán demuestran esta patética realidad, con un clero gobernante, conformado mayormente por ancianos, que se resiste al cambio y por ende aplican la más terrible represión y persecución. Es posible que al aplicar las tenazas del terror se aplaquen por un tiempo las protestas en la calles de Teherán, pero las esclusas que contienen las corrientes del cambio fueron abiertas y seguirán fluyendo a través de las redes sociales. El clero iraní todavía está pensado que las batallas se ganan al filo de espadas al estilo de los defensores del Islam en la época de las cruzadas y no se dan cuenta que en la actualidad el celular con cámara integrada es la nueva arma de guerra.

Llama la atención entonces que los altos representantes del régimen iraní, específicamente la cúspide de los ayatollahs, no se recuerden que precisamente ellos llegaron a la poder porque hace tres décadas apelaron a la electrónica para acabar con el régimen del Shá Palevi. Desde su exilio dorado en Neuaphle le Chateau, París, el ayatollah Jomeiní inundó a Irán con casettes en donde llamaba al pueblo a derrocar el gobierno del Sha. Tal acción fue conocida como la “revolución del casette” por las millones de cintas que se distribuyeron en Irán.

Pero la gran diferencia entre la revolución del casette y los últimos acontecimientos ocurridos en Irán lo constituye la velocidad con que en la actualidad viajan los mensajes. Pero la distribución de cintas grabadas no podrá jamás superar el nivel de conexión que proporciona el Internet dentro de Irán. En el presente hay más de 65,000 blogueros y más de 22 millones de personas son usuarios de Intenet, una cifra considerable si se toma en consideración que en algunos lugares del país no conocen la energía eléctrica.

La velocidad que proveen los “social medias” a la información fue puesta en evidencia la noticia sobre la muerte del rey del Pop, Michael Jackson, la cual fue difundida primero por la redes sociales como Twitter y Facebook, mucho antes que las grandes cadenas como CNN confirmaran su deceso. Esto replantea todo el concepto de medios de comunicación y de quienes son los generadores de la noticia. Los mismos centros de poder informativo, dependen cada vez más de los públicos circundantes. El periodismo ciudadano es real y llegó para quedarse.

Esa aceleración del ritmo de cambio es real y creciente, en parte gracias a que hoy cada nueva idea se difunde por el mundo en pocos segundos y motiva a que todos los interesados en cualquier parte del planeta se encuentren en el ciberespacio para impulsar su avance. Estamos en una espiral de cambio acelerado.

Según Ray Kurzweil, Director del Programa de Inteligencia Artificial de M.I.T y uno los principales analistas de los cambios tecnológicos que moldearán el futuro: “En el Siglo XXI no experimentaremos 100 años de avance, seremos testigos de unos 20,000 años de progreso, si los medimos al ritmo de cambio del año 2000, o sea de unas mil veces más desarrollo que lo que experimentamos en todo el Siglo XX…” Es difícil imaginarse qué ocurrirá a 25 o 50 años plazo.

Entonces cómo cuadrarán los regímenes híper autoritarios y apegados a paradigmas ya gastados del siglo XX. Estos estados represivos siguen al pie de la letra la receta de Vladimir Lenín sobre el establecimiento de un régimen donde toda la vida del país orbite alrededor de un gobierno central y poderoso, un Kremlin, lo que se traduce en fortificación o castillo amurallado.

Pero cuando Lenin pensó en este súper estado no existía el Internet y mucho menos redes sociales como Facebook o Twitter. En la actualidad dentro del proceso comunicacional el ciudadano ha dejado de ser un simple receptor de información para convertirse en protagonista de la propia historia en desarrollo. Con las redes sociales la verdad surge de varios puntos de emisión. En el pasado la verdad la imponía el poder central, hoy el poder central radica en cualquier muchacho que camine con celular en mano.

Por: Héctor Hereter
hhereter@yahoo.com
Amplia experiencia en el campo de las Relaciones Públicas, particularmente en la coordinación de eventos especiales, relaciones con la comunidad, contacto con los medios de comunicación, creación de proyectos de promoción para prensa, radio y televisión; manejo de crisis institucionales y capacitación en medios (Media Training). Entre los proyectos realizados se distinguen la creación de estrategias comunicacionales a nivel internacional. Dictó cursos para empresas como American Airlines, Anheuser-Busch (cerveza Budweisser), American Express, MCI y personalidades políticas como el senador republicano del Congreso Norteamericano Lincoln Díaz Baralt y el actual alcalde del Condado de Dade, Alex Penelas. Condujo Media Trainings para empresas petroleras con operaciones en América Latina tales como Triton (Colombia, Ecuador y Guatemala) y Mobil (Perú y Venezuela).



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