Si bien no hay una definición unívoca del concepto de Responsabilidad Social Empresaria, lo cierto es que las siglas RSE ya no pasan desapercibidas en las organizaciones, entendiéndose como un compromiso que las empresas eligen adoptar frente a sus grupos de interés.
Las organizaciones buscan cada vez más ligar su imagen institucional a las acciones de Responsabilidad Social Empresaria que realizan, con el fin de construir una empresa o marca reconocida como “socialmente responsable”.
Pero esta práctica no es casual ni apresurada, sino que miembros de las organizaciones dedican tiempo y esfuerzo, planificando sus acciones de RSE y diseñando la estrategia de comunicación que utilizarán para darlas a conocer a su público.
Si bien esta forma de trabajo responsable con el entorno social no es nueva, sí puede considerarse una tendencia que va en alza. Si nos remontamos a la crisis económica, social y política desatada en nuestro país durante el año 2001, podemos encontrar el punto de inflexión en la historia de la RSE, ya que durante ese período las organizaciones se convirtieron en actores sociales que intentaban dar respuesta a las demandas de la comunidad en la que se encontraban inmersas. A partir de entonces, incluyeron el desarrollo social dentro de sus intereses.
Puede considerarse entonces que hubo un cambio en la implementación de las acciones de RSE, ya que dejaron de ser esporádicas para muchas organizaciones. Hoy en día, las empresas adecuan sus tareas no sólo al cumplimiento de las obligaciones laborales que regula la ley, sino que buscan posicionarse como organizaciones sustentables a largo plazo. Hay empresas que cuentan con un departamento que se ocupa de estas prácticas, lo que ha conllevado también a la especialización de profesionales en distintas áreas, principalmente vinculadas a la comunicación.
Esta nueva tendencia es considerada como un beneficio para la reputación de la organización. La estrategia de comunicación que utilice, siempre que sea coherente entre su decir y hacer, fortalecerá su competitividad e imagen en el mercado.
La comunicación de la RSE no debe dejarse librada al azar. El éxito va de la mano.
Por Giselle Arango
