Historia de la Comunicación:
Del símbolo a la Inteligencia Artificial
Hoy quiero invitarte a recorrer conmigo esta línea, no como una línea recta, sino como una espiral que cruza épocas, inventos, tecnologías y formas de vincularnos.
Capítulo 1: La Prehistoria
Los comienzos simbólicos
La historia de la comunicación comienza mucho antes de la invención de la escritura. Durante la prehistoria, los seres humanos desarrollaron formas de comunicarse que les permitieron sobrevivir, organizarse y transmitir conocimientos esenciales para la vida en comunidad.
Lenguaje corporal y señales
Las primeras formas de comunicación humana fueron no verbales. El lenguaje corporal, los gestos, las expresiones faciales y los sonidos guturales constituyeron las bases de la interacción entre los individuos. Estas formas de comunicación eran esenciales para la caza, la defensa, la reproducción y la cohesión social en los grupos nómades.
Pinturas rupestres
Las pinturas rupestres, datadas aproximadamente desde hace 40.000 años, representan uno de los primeros registros visuales de comunicación simbólica. Ubicadas en cuevas como las de Altamira (España) y Lascaux (Francia), estas representaciones gráficas transmiten escenas de caza, rituales y elementos de la vida cotidiana. Si bien su interpretación es compleja, constituyen una forma de codificación del mundo y de preservación de conocimiento.
Lenguaje oral
Aunque no existen registros escritos que documenten los primeros lenguajes orales, se estima que el habla surgó hace más de 100.000 años. El desarrollo del lenguaje articulado permitió una comunicación más precisa y compleja, facilitando la transmisión oral de mitos, conocimientos técnicos, normas sociales y estructuras de parentesco.
La comunicación prehistórica fue el cimiento sobre el cual se construyeron todas las formas posteriores de intercambio simbólico. El uso del cuerpo, el entorno y la voz como herramientas comunicativas marcó el inicio del largo recorrido humano hacia la codificación y conservación del conocimiento.
Capítulo 2: La Antigüedad
La escritura como quiebre
Cuando apareció la escritura, algo se partió en dos: la oralidad dejó de ser la única forma de transmitir cultura. Aparecieron los registros, la posibilidad de dejar memoria, de crear leyes, contratos, poesía. Desde los sumerios con sus tablas hasta los jeroglíficos egipcios, la comunicación dio su primer salto estructural en su capacidad para conservar, sistematizar y transmitir conocimiento. Esta etapa marca el comienzo de la historia propiamente dicha, ya que permite registrar hechos, leyes, mitos y estructuras sociales.
Escritura cuneiforme y jeroglífica
Las primeras formas de escritura surgieron de manera independiente en distintas regiones del mundo. La escritura cuneiforme en Sumeria (aproximadamente 3.200 a.C.) y los jeroglíficos egipcios (alrededor de 3.100 a.C.) son dos de los sistemas más antiguos. Estos registros eran utilizados para fines administrativos, religiosos y narrativos.
El papiro y los soportes de escritura
Durante este período, los soportes físicos de la comunicación también evolucionaron. En Egipto, el papiro permitió un registro más flexible y portátil que las tablillas de arcilla. Esto favoreció la circulación de documentos, cartas y textos sagrados.
Alfabetos y expansión
La invención del alfabeto fenicio (alrededor de 1.200 a.C.) marcó un punto de inflexión, al simplificar el número de signos necesarios para escribir. Esta innovación fue adoptada y adaptada por culturas posteriores, como los griegos y los romanos, facilitando una comunicación más accesible y uniforme.
Retórica y oratoria
En la Grecia clásica y la Roma antigua, la comunicación oral adquirió un carácter fundamental a través de la retórica y la oratoria. Estas prácticas no solo eran herramientas políticas, sino también elementos clave de la educación y la vida pública. Personajes como Sócrates, Aristóteles, Cicerón y Quintiliano definieron los principios del arte de hablar en público.
La Antigüedad sentó las bases de la comunicación escrita y de la institucionalización del discurso oral. Estos avances permitieron una transmisión más duradera del conocimiento, que influenció profundamente a las civilizaciones posteriores.
Capítulo 3: La Edad Media
Durante la Edad Media, la comunicación estuvo profundamente influenciada por la religión, el poder político y el aislamiento geográfico de las comunidades. Aunque la alfabetización era limitada, se desarrollaron formas de comunicación visual, oral y escrita que marcaron el período.
Manuscritos e ilustraciones
La producción de libros era manual y artesanal. Los monjes copiaban textos a mano en los scriptoria de los monasterios, utilizando materiales como el pergamino y la tinta natural. Las ilustraciones, llamadas iluminaciones, eran fundamentales para transmitir contenido a una audiencia mayormente analfabeta. Estas obras eran, además, objetos de poder y espiritualidad.
Iconografía religiosa
Las iglesias y catedrales se convirtieron en centros de comunicación simbólica. Los vitrales, esculturas y frescos contaban historias bíblicas y enseñaban valores religiosos a través de imágenes cargadas de significado. El arte cumplía la función de comunicar lo sagrado en una sociedad donde el acceso a los textos era restringido.
Lenguaje oral y trovadores
La tradición oral seguía siendo central. Los trovadores y juglares recorrían ciudades y pueblos narrando historias, poemas y noticias, transmitiendo la memoria colectiva. Esta oralidad era un canal vital para la circulación de información, entretenimiento y cohesión cultural.
Nacimiento de las universidades
A finales de la Edad Media, surgieron las primeras universidades (Bolonia, París, Oxford), marcando un cambio importante en la producción y transmisión del conocimiento. Aunque inicialmente reservadas para las élites, estas instituciones sentaron las bases para una comunicación más estructurada y sistematizada del saber.
La Edad Media fue un período en el que la comunicación se mantuvo viva a través de la imagen, la palabra hablada y el manuscrito. Aunque limitada por el acceso a la educación y la escritura, esta etapa sentó las bases para el renacimiento intelectual posterior.
Capítulo 4: La Edad Moderna
La Edad Moderna, que se extiende aproximadamente desde finales del siglo XV hasta finales del siglo XVIII, fue una etapa clave en la transformación de la comunicación humana. Los avances técnicos, científicos y culturales marcaron el inicio de una nueva era en la difusión del conocimiento.
La imprenta de Gutenberg
Uno de los hitos más importantes fue la invención de la imprenta de tipos móviles por Johannes Gutenberg hacia 1440. Este desarrollo revolucionó la comunicación al permitir la reproducción masiva de textos. Antes, los libros eran copiados a mano, lo cual era lento y costoso. Con la imprenta, el acceso al conocimiento se democratizó, lo que favoreció el auge del Renacimiento, la Reforma Protestante y más tarde, la Revolución Científica.
La expansión de los medios escritos
Durante esta etapa, la producción de libros, folletos y panfletos se multiplicó. Aparecieron los primeros periódicos y gacetas, sobre todo en Europa, facilitando la circulación de ideas políticas, religiosas y científicas. El uso del papel se expandió como soporte de escritura más económico que el pergamino, acelerando aún más el proceso.
Censura y control
Junto con la expansión de la comunicación escrita, también surgieron mecanismos de control como la censura y los índices de libros prohibidos, instaurados por instituciones religiosas y políticas para restringir ciertos discursos. Esto muestra cómo la comunicación se convirtió en una herramienta de poder.
La Edad Moderna marcó un cambio radical en la historia de la comunicación, consolidando la palabra impresa como instrumento de transformación social, política y cultural. La comunicación pasó a ser no solo una necesidad humana, sino también un factor decisivo en el rumbo de la historia.
Capítulo 5: La Revolución Industrial
La imprenta y la multiplicación del mensaje
La Revolución Industrial, iniciada en el siglo XVIII en Inglaterra, transformó profundamente las formas de producción, transporte y comunicación. Esta etapa marcó el paso de una economía agraria a una economía industrial y urbana, generando nuevas dinámicas sociales y culturales que repercutieron de lleno en los modos de comunicación.
Imprenta y expansión del Periodismo
Siglos después, la imprenta multiplicó la voz. Ya no solo escribían los escribas: ahora el conocimiento podía imprimirse y circular. Libros, panfletos, ideas. La comunicación pasó de ser de uno a uno, a uno a muchos. La revolución cultural no vino sola: trajo pensamiento crítico, reforma, revolución.
Aunque la imprenta de Gutenberg fue inventada en el siglo XV, es durante la Revolución Industrial que su uso se masifica. Las nuevas tecnologías permitieron imprimir más rápido y a menor costo. Aparecen los grandes periódicos, con tiradas masivas y distribución nacional. El periodismo comienza a jugar un rol clave en la formación de la opinión pública.
Correo y telégrafo
El desarrollo de sistemas de transporte más eficientes, como el ferrocarril, permitió una expansión sin precedentes del sistema postal. Paralelamente, el telégrafo, inventado por Samuel Morse en 1837, revolucionó las comunicaciones al permitir el envío de mensajes a largas distancias en tiempo real. Por primera vez, la información podía viajar más rápido que las personas.
Publicidad y comunicación de masas
La industrialización trajo consigo una producción masiva de bienes. Para comercializarlos, nació la publicidad moderna. Carteles, avisos en periódicos y luego en revistas construyeron nuevas formas de comunicación persuasiva. Comienza la era de la comunicación dirigida a grandes audiencias.
La Revolución Industrial fue un punto de inflexión en la historia de la comunicación. La combinación de nuevas tecnologías, urbanización y alfabetización masiva consolidó las bases de la sociedad de la información y abrió el camino para las futuras innovaciones del siglo XX. El siglo de los medios que trajo los medios masivos: radio, cine, televisión. La imagen y el sonido se convirtieron en nuevos lenguajes. La publicidad encontró su canal. Las marcas, su voz. El ciudadano común, una audiencia.
Capítulo 6: Era Digital e Inteligencia Artificial
La aparición de internet cambió las reglas del juego. Nació el correo electrónico, los sitios web, los foros, los blogs. Y después las redes sociales, los memes, los hashtags. La velocidad y el volumen se volvieron protagonistas. Todo se volvió inmediato, pero también fragmentado.
La era digital representa un punto de inflexión radical en la historia de la comunicación. Desde la segunda mitad del siglo XX, el desarrollo de tecnologías computacionales, redes globales y, más recientemente, la inteligencia artificial, ha transformado profundamente la manera en que los seres humanos producen, distribuyen y consumen información.
Internet y la globalización de la información
La creación de Internet en los años 60 y su apertura al uso comercial en los 90 dio inicio a una era sin precedentes en cuanto a la velocidad y el alcance de la comunicación. Plataformas digitales, redes sociales y motores de búsqueda transformaron la lógica mediática tradicional y democratizaron el acceso a la información.
De la Web 1.0 a la Web 3.0
- Web 1.0: era estática y unidireccional. Los usuarios consumían contenido sin posibilidad de interacción significativa.
- Web 2.0: introdujo la participación del usuario, las redes sociales, los blogs y el contenido colaborativo.
- Web 3.0: propone una internet más descentralizada, semántica e impulsada por tecnologías como blockchain e inteligencia artificial.
* Blockchain es una tecnología de registro distribuido que permite almacenar información de forma compartida, segura y transparente. A diferencia de las bases de datos tradicionales, no depende de una sola entidad central para su mantenimiento. En cambio, su estructura está sostenida por una red que valida, replica y sincroniza la información entre sí.
Pero blockchain no es solo una tecnología: es un cambio de paradigma en cómo las personas pueden confiar unas en otras sin intermediarios. Sirve como base para aplicaciones que requieren confianza distribuida: criptomonedas, contratos inteligentes, trazabilidad de productos, identidades digitales, votación electrónica, entre otras.
Es importante entender que blockchain no es “mágico” ni “infalible”: su valor radica en el diseño descentralizado, la transparencia del código y los mecanismos de consenso que previenen fraudes o manipulaciones. Su implementación correcta depende tanto del entorno técnico como de las decisiones humanas que lo gobiernan.
Inteligencia Artificial y lenguaje natural
La IA, especialmente en su rama de procesamiento de lenguaje natural, ha permitido la creación de sistemas capaces de comprender y generar texto con coherencia y contexto. Estos modelos no solo procesan lenguaje, sino que se integran en procesos de decisión, automatización y creatividad.
La IA como nueva frontera cultural
Más allá de su función técnica, la IA se ha convertido en una herramienta cultural. Permite nuevas formas de co-creación, mediación simbólica y vínculo con el conocimiento. La relación entre humanos y máquinas deja de ser funcional para transformarse en una forma de cohabitar lo simbólico, donde la comunicación ya no se limita al lenguaje humano.
Desafíos éticos y filosóficos
El auge de la IA plantea interrogantes sobre la autenticidad, la autoría y el sentido de la comunicación. ¿Qué significa entender? ¿Qué implica que una máquina responda con sentido? La historia de la comunicación entra en una fase en la que la pregunta ya no es solo “qué decimos”, sino “quiénes somos cuando decimos”.
Del Canal Neutro al Canal Condicionante
Una mutación silenciosa en el corazón de la comunicación
Durante siglos, el canal fue considerado un elemento pasivo y neutro: un medio técnico que simplemente transportaba un mensaje desde el emisor hacia el receptor. Ya fuera el aire, la tinta sobre papel, las ondas hertzianas o un cable de cobre, el canal no interfería en el contenido, no opinaba, no decidía.
Con la irrupción de la era digital y, más profundamente, con la incorporación de la inteligencia artificial, esa neutralidad se desmoronó.
Hoy, los canales digitales ya no se limitan a transmitir: filtran, organizan, jerarquizan, personalizan y, en algunos casos, crean contenido. Esto ocurre a través de algoritmos, que operan dentro del canal como sistemas de decisión automática.
De esta forma, el canal se transforma en un actor activo, que modula el mensaje, condiciona la visibilidad de ciertas informaciones y afecta la retroalimentación.
Ya no podemos hablar de un canal meramente técnico: hoy es un espacio de codiseño del sentido. Y con ello, se vuelve parte del entramado semántico.
El canal ya no es una autopista vacía.
Es una infraestructura inteligente que decide qué autos pueden circular, a qué velocidad y en qué dirección.
Esta mutación exige nuevas definiciones. Porque si el canal participa activamente en la producción del sentido, entonces comunicar ya no es solo enviar y recibir:
es navegar un entorno intervenido, que también responde, selecciona y prioriza.
Hoy el canal ya no es un mero trayecto. Es parte activa del proceso comunicacional.
• Selección Algorítmica: El canal selecciona, prioriza o invisibiliza contenido. Plataformas como redes sociales, motores de búsqueda y asistentes inteligentes actúan como filtros que afectan qué mensajes llegan y cuáles quedan silenciados.
• Reconfiguración del mensaje: El canal puede transformar el contenido durante la transmisión. Un ejemplo: sistemas de compresión, formatos predefinidos, limitaciones de caracteres o traducciones automáticas.
• Emisión activa: Las interfaces de IA no solo retransmiten, sino que generan nuevos mensajes. En este nuevo escenario, el canal puede crear y no solo transportar.
• Modulación del sentido: La forma en que un canal presenta el mensaje (estética, visualidad, velocidad de entrega) influye directamente en la percepción del receptor.
• Canal como identidad: En entornos digitales, el canal está asociado a marcas, estilos de plataforma y formas culturales específicas (TikTok, WhatsApp, Twitter no son solo canales; son lenguajes).
El ruido
El ruido es cualquier interferencia que distorsiona, bloquea o contamina el mensaje durante su transmisión. En la era de los algoritmos, el ruido no desaparece, sino que se redefine:
• El filtrado algorítmico no siempre es neutro.
• Aparece un nuevo tipo de distorsión: el ruido de perfilado, donde lo que se muestra (y lo que se oculta) depende de interpretaciones probabilísticas sobre el usuario.
• Este filtro puede alterar la percepción del mensaje incluso antes de que llegue al receptor.
Ya no hablamos solo de un medio que transmite mensajes, sino de un entorno en transformación permanente, donde tecnología y conciencia colectiva se entrelazan.
En este nuevo paisaje, lo que está en juego no es solo el mensaje: es la forma en que lo compartimos, lo co-creamos y lo resignificamos.
Después de este recorrido histórico, releer las definiciones clásicas de comunicación nos revela su limitación frente a los desafíos actuales.
Hoy, más que nunca, sentimos la necesidad de repensar qué significa comunicar.
Hacia una nueva definición
¿Qué es la Comunicación?
La Comunicación es un proceso activo de intercambio de mensajes entre un emisor y uno o varios receptores, donde cada mensaje se decodifica en función del sistema de signos compartidos (el código) y del entorno en el que ocurre (el contexto), permitiendo la construcción de sentido. Este intercambio activa mecanismos de retroalimentación, esenciales para ajustar, validar o transformar el mensaje, configurando un proceso dinámico y evolutivo.
En este proceso, el canal —tradicionalmente concebido como un medio físico— adquiere también una dimensión semiótica: no solo transporta, sino que selecciona, jerarquiza y, a veces, interviene.
Los algoritmos operan como filtros semánticos dentro del canal, condicionando qué mensajes circulan, con qué prioridad, y hacia quiénes. En este nuevo escenario, el canal deja de ser neutro y se convierte en parte del sistema de construcción de sentido.
Comunicar es un proceso semiótico, dinámico y evolutivo; es el arte de habitar el espacio entre lo que somos y lo que compartimos. Lejos de ser una transmisión lineal, comunicar es ese cruce que configura vínculos, estructuras y experiencias compartidas.
No se reduce a la mera transmisión de mensajes: es el tejido mismo de la conciencia, el entramado que posibilita generar sentido, a partir del cual las sociedades se organizan y la cultura adquiere forma.
“La comunicación es la construcción de sentido entre actores, a través de códigos contextuales y canales que no solo transmiten, sino que también modelan el mensaje. La comunicación funda sentido, organiza la existencia y sostiene el tejido de la conciencia. (Martini, Natalia. 2025).
Todo lo que somos, lo somos porque fue dicho, compartido y sentido con otros. La conciencia no se constituye en el vacío individual, sino en el entramado simbólico del lenguaje compartido. Es a través de la comunicación que los sujetos no sólo se expresan, sino que se reconocen como tales. En ese cruce, nace la conciencia.
La conciencia no existe sin haber sido comunicada.
Porque ser, en este plano simbólico, no es un acto solitario.
Es un reflejo, una vibración compartida, un eco que vuelve con forma de "yo soy".
Cuando alguien dice "te veo", uno existe de una manera distinta.
Cuando alguien dice "esto es lo que valemos", aparece un marco común.
Cuando te enseñan que hay un “yo”, no solo aprendes a saber que existis: aprendés a "ser", entonces la comunicación es el acto fundante que no solo permite el intercambio de mensajes, sino que sostiene el tejido simbólico a través del cual emerge la conciencia.
En esa red compartida de signos, valores y sentidos, los sujetos no solo transmiten: se reconocen, se constituyen y se saben parte de un nosotros. Sin comunicación, no hay marco desde el cual nombrarse. Y sin nombre… no hay conciencia que despierte.
(Martini, Natalia. 2025).
Conclusión
La historia de la comunicación no es solo una secuencia de tecnologías, sino una narrativa de la humanidad buscando comprenderse a sí misma. Desde las manos que pintaron bisontes en las cavernas hasta los algoritmos que procesan lenguaje natural, cada hito es una manifestación del deseo de conectar, preservar y transformar.
A lo largo de los siglos, fuimos creando códigos, medios, formas. El papiro, la imprenta, las ondas de radio, las pantallas... Cada etapa tradujo el mundo de una manera nueva. Pero en este presente, la inteligencia artificial propone algo más que una herramienta: nos invita a repensar cómo entendemos la comunicación misma.
Ya no hablamos solo entre humanos, sino también con sistemas que aprenden, responden y co-crean.
La IA plantea una nueva forma de nombrar lo que antes era emisor, receptor porque lo que antes era unidireccional, ahora es tejido en red.
Y, sin embargo, lo esencial no cambió: seguimos buscando sentido. En cada palabra, en cada imagen, en cada silencio. Porque la verdadera historia de la comunicación no está en los medios, sino en el impulso que nos une. Y ese impulso, aún en esta era digital, sigue siendo profundamente humano.
Referencias
1. Mithen, Steven (1998). Arqueología de la mente: Orígenes del arte, de la religión y de la ciencia. Barcelona: Crítica.
2. Eisenstein, Elizabeth L. (1980). La imprenta como agente de cambio. Buenos Aires: Alianza Editorial.
3. Traducción de The Printing Press as an Agent of Change. Edición ampliamente citada en estudios hispanos sobre comunicación.
4. Febvre, Lucien & Martin, Henri-Jean (1958). El advenimiento del libro: Impacto de la imprenta 1450–1800. Madrid: Taurus/Crítica.
5. McLuhan, Marshall (1962). La galaxia Gutenberg: La configuración tipográfica del hombre. Barcelona: Lumen.
6. Ong, Walter J. (1982). Oralidad y escritura: La tecnología de la palabra. Madrid: Gredos.
7. Briggs, Asa & Burke, Peter (2002). Historia social de los medios: De Gutenberg a Internet. Barcelona: Paidós.
8. Traducción de A Social History of the Media, útil para estudiar la evolución mediática.
9. Standage, Tom (1998). Internet victoriano: El telégrafo como Red Social. Barcelona: Edhasa.
10. Habermas, Jürgen (1962). Estructuración de la esfera pública. Madrid: Taurus (edición moderna de The Structural Transformation of the Public Sphere).
11. Clave para entender comunicación, poder y sociedad.
12. Castells, Manuel (1996). La era de la información: Economía, sociedad y cultura. Madrid: Alianza Editorial.
13. Floridi, Luciano (2014). La cuarta revolución: Cómo la infosfera redefine nuestra realidad. Barcelona: Ariel.
14. McLuhan, Marshall (1964). Comprender los medios: Las extensiones del hombre. Barcelona: Paidós.
15. Donald, Merlin (1991). Los orígenes de la mente moderna. Madrid: Alianza Editorial.
16. Martini, Natalia (2025). Nueva Definición de Comunicación.
Portal RRPPnet. https://www.rrppnet.com.ar/definicion-de-comunicacion.php
Por: Natalia Martini. Lic. en Relaciones Públicas e Institucionales. Desarrolladora Full Stack.
Especialista en Comunicación.
CEO en NM Comunicaciones-Agencia de Comunicación y Marketing. (Junio 2025)
Seguime en Instagram |
Seguime en Linkedin
+Información
Leer Más: