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Noticia Ampliada

  • 07/07/2025
  • ¡Cuidado con la intoxicación por monóxido de carbono!

Por la Dra Alejandra Sanchez Cabezas (MN 68385), Directora de Proyecto Surcos (www.proyectosurcos.org).

Cuando comienza el frío, hay que tener cuidado con la intoxicación por monóxido de carbono, un gas muy venenoso para las personas, en especial para los niños pequeños. Se produce por la combustión del gas, carbón, kerosén, leña, nafta y plásticos: cuando estos elementos no se queman completamente por estar en lugares cerrados, con poco oxígeno o mal ventilados, el monóxido se acumula y puede ser muy nocivo para la salud.

Muchas personas mueren cada año como consecuencia de esta intoxicación.
La mayoría de los casos se debe al uso de braseros o de artefactos de gas que no están bien instalados, o fueron ubicados en ambientes con mala ventilación.
En los seres humanos, el monóxido entra por los pulmones y pasa a la sangre en lugar del oxígeno. Esta falta de oxígeno daña principalmente al cerebro y al corazón, y puede producir la muerte.

Parte importante del problema es que cuando el monóxido se encuentra en el aire no tiene olor, no es visible ni causa irritación a las personas, por lo que es difícil reconocer su presencia en un ambiente de la vivienda. Es por esto que se debe estar muy atento a prevenir las pérdidas o escapes que pueden producir la intoxicación.
Por ejemplo, cuando las llamas del gas no son azules sino amarillas o naranjas y aparecen manchas, tiznado o decoloración en los artefactos, alrededor de ellos o en su ventilación, es señal de que puede haber presencia de monóxido de carbono.

Cuando es leve, la intoxicación por monóxido de carbono se confunde con una gripe o intoxicación alimentaria. Los síntomas son dolor de cabeza, debilidad, cansancio, mareos, nauseas, vómitos, dolor de pecho y palpitaciones.
Pero en los casos graves se puede producir pérdida de conocimiento, convulsiones, piel fría, respiración irregular, estado de coma e incluso la muerte.

Por eso, lo fundamental es cómo se puede prevenir.
En primer lugar, es muy importante que un gasista matriculado revise periódicamente las instalaciones de gas, para confirmar que estén bien instaladas y que no tengan pérdidas. Si se va a colocar un calefón, no debe ser en el baño, ni en espacios cerrados o poco ventilados.

Debemos estar atentos a que los ambientes calefaccionados siempre estén ventilados aunque pasemos un ratito de frío, y apagar los braseros o estufas de querosén antes de ir a dormir.

En caso de que ocurra la intoxicación, se debe trasladar inmediatamente al afectado a un lugar abierto y bien ventilado, apagar la fuente de combustión y airear el ambiente. Aunque los síntomas sean leves, es necesario realizar una consulta médica en el Centro de Salud más cercano, ya que los daños pueden aparecer mas tarde.

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