Noticia Ampliada
- 04/07/2025
- La inclusión, la clave para comprendernos
Por Víctor Russo, director de El Pobre de Asís (www.elpobredeasis.org).
Las personas que están viviendo en situación de calle necesitan asistencia, encontrar la manera de salir del estado de precariedad. En este sentido, lo primero que debemos hacer es destacar que para poder ayudarlos se necesitan condiciones sociales mejores y que sean las adecuadas para facilitar la inclusión.Como sociedad, lo que debemos comprender es que tenemos que entre todos ir acompañando la inclusión. La sociedad significa mucho más que las políticas sociales, sino que hablamos de la comunidad.
Siempre se habla de que la Argentina es un país solidario, y eso es verdad. Pero la realidad también muestra que la sociedad que vive en la Ciudad de Buenos Aires no es idealmente inclusiva. Por eso cuando hablamos de exclusión mencionamos un proceso multidimensional, con un montón de aristas, consecuencias y conceptos; no tiene que ver solo con lo socioeconómico. Por todo esto, requerimos que la sociedad sea un vientre receptivo, que tenga condiciones que la hagan permeable a la inclusión del que está afuera.
Esto significa, antes que nada, comprender al otro y aceptarlo en su condición. En estos días se utiliza el término invisibilizado, y es muy descriptivo y adecuado. Estamos acostumbrados a ver a la gente en situación de calle, y en verdad lo que más nos molesta muchas veces es verlos cerca de casa. Es muy común que haya, sobre todo en ciertos lugares de la capital, cierta molestia quienes viven en la calle, pero no por lo que sufre quien está así, sino porque "estéticamente no le conviene al barrio", "porque me da miedo, porque es peligroso". En realidad es que imagino yo que es peligroso. Transformo mi imaginario en un axioma, en una realidad, en una verdad falsa.
Eso no es cierto. La mayoría de las personas en situación de calle no pueden hacerle nada a nadie porque no tienen con qué, no tienen elementos, no tienen fuerza, están deteriorados, no es gente peligrosa. No son delincuentes. Los delincuentes son otros, no ellos. La sociedad tiene que volverse más inclusiva y receptiva. Tendríamos que empezar porque nos volviéramos más comprensiva de lo que al otro le pasa. Es muy común escuchar como se estigmatiza a la gente en situación de calle con cosas como: "son vagos, están todo el día borrachos, que se pongan a trabajar; yo le ofrecí una cosa y no quiso hacerla". ¿Puede hacerlo? Es decir, a qué responde que haga algo. Todos hacemos cosas, y esas responden a una estructura, una red de proyectos. El que piensa que no tiene más vida muchas veces no tiene por qué hacer una cosa.
Ofrecerle una changa a alguien que está en situación de calle no es una solución, porque ellos piensan que es algo que se termina y para qué la van a hacer, si mañana van a estar igual. Una changa no les va a mejorar la vida ni a dar afecto, y ellos lo saben. Si no logramos comprender lo que le pasa al que está en esa situación, no podemos ser inclusivos. Esta es una enorme dificultad.
Las organizaciones que trabajamos en esto tenemos una enorme responsabilidad en tratar de generar conciencia sobre la necesidad de que nuestra comunidad sea inclusiva. Así como otras minorías u otros sectores que se sienten discriminados trabajan en la concientización de la no-discriminación, creo que nosotros todavía no lo hemos hecho.
Sin ser comprensivos e inclusivos, por más que haya macropolíticas, esta problemática no se revierte. Historial de noticias