Noticia Ampliada
- 03/07/2025
- La lectura, una práctica que no pierde vigencia
Por Ana Laura Oliva, Responsable Área Educativa Fundación Leer (www.leer.org.ar).
Enseñar a leer y a escribir es uno de los objetivos centrales de la escuela desde sus inicios. Enseñar a leer tiene aparejada la tarea de trabajar para que los chicos se transformen y se formen como lectores competentes ycríticos, porque tener esa competencia facilita el acceso a múltiples posibilidades dentro del área privada como pública. Comprender distintos tipos de textos con valor social, abre la puerta a la activa participación en la vida social, a entender el mundo y entendernos a nosotros mismos. La lectura tiene un rol fundamental en la construcción la propia identidad, es además el medio privilegiado para conservar y transmitir el conocimiento científico.
Pasa el tiempo, cambian las sociedades y los niños y los jóvenes de cada época tienen sus propios hábitos, saberes, gustos y formas de acceder a los bienes culturales. Pero estos cambios no implican que nada se mantenga a través de los años. Los chicos son siempre curiosos y activos, con ganas de aprender, y necesita contar con un adulto que pueda guiarlo, escucharlo, que reenseñe lo que nos sabe, que lea con él y que lo quiera. Pero los chicos no son los únicos que han cambiado con el tiempo. Padres y dicentes también tuenen otra disposición de tiempo y de espacio. Y hay docentes que no conservan la motivación y de compromiso con la tarea de educar.
Pero, claro, no son todos. Hay docentes que buscan generar y afianzar el amor y el interés por la lectura que tienen sus alumnos, y para eso cuentan con muchos recursos. Tener cerca libros adecuados, leer mucho, y distintas obras y temáticas, etc. Esto suena sencillo y al alcance de todos, pero no son todos los docentes que hacen uso de estas posibilidades. Es esencial un maestro entusiasmado, que lea con los chicos, que hable con ellos de lo que dicen los textos, que habilite la participación para así compartir una experiencia necesaria e ideal para que los chicos tengan deseos de leer.
Las nuevas tecnologías simplifican procesos y ofrecen diversas posibilidades para la alfabetización, como facilitar el reconocimiento de las letras. Algo que años atrás era una tarea durísima, ahora con el teclado de las computadoras, hace que los chicos reconozcan antes las letras. También son un gran recurso cuando se trata de ayudar a chicos con discapacidades físicas, aunque en este sentido queda mucho por hacer en el reconocimiento de los derechos de las personas discapacitadas y en su verdadera integración al sistema educativo.
El objetivo por el que la sociedad debe trabajar es por brindar el acceso a oportunidades de aprendizaje de calidad. Ahora, hay muchos chicos que van a la escuela, pero no todos reciben experiencias educativas valiosas y significativas. Por eso, brindar una educación de calidad es fundamental. La significación del término calidad no es universal. Ser bilingüe, por ejemplo, no es lo mismo para un chico de clase media urbana que para un niño de la comunidad wichi. Lo que no es diferente es que ambos tienen que acceder al mundo letrado, al pensamiento científico para poder entender el
mundo, el propio y el globalizado. Y el acceso a la tecnología y la promoción de la lectura en los distintos soportes, son herramientas clave para lograrlo.
Ser analfabeto no es lo mismo que no serlo. Sin acceso al mundo letrado la vida no es igual. Si se sigue esa línea de pensamiento, conocer lo básico de la lengua escrita ya no es suficiente. Saber leer y escribir no es lo mismo que ser analfabeto. Ser un lector competente y crítico es un ingrediente necesario para tener una vida plena. Historial de noticias