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Noticia Ampliada

  • 10/07/2025
  • ¿Alzheimer, o simplemente la edad?

Por Sonia Hanine, Directora Médica de Manantial Grupo Humano (www.manantialghumano.com.ar).

Cuando vemos a una persona mayor con problemas de memoria, automáticamente pensamos que tiene Alzheimer. Pero hay una enorme diferencia entre padecer esta enfermedad y simplemente ser anciano.
La enfermedad de Alzheimer causa cambios graduales e irreversibles en el cerebro, que a su vez provocan problemas con la memoria y la capacidad de tomar decisiones. Pero a partir de cierta edad van apareciendo una serie de deterioros que son normales, y que no necesariamente significan estar enfermo. Entonces, ¿cómo saber cuándo lo que sucede es algo típico de la edad, o un síntoma de la enfermedad? Veamos las mas importantes diferencias:


- Los olvidos
Una persona mayor puede olvidar de vez en cuando nombres o determinadas circunstancias (haber pactado un encuentro, por ejemplo), pero luego se acuerda. Las personas que tienen Alzheimer pueden olvidar fechas o eventos importantes, y pedir la misma información muchas veces. Algo característico de la primera etapa de esta enfermedad es acumular notitas o pedir a amigos y familiares que les recuerden cosas que antes podían recordar por sí mismos.


- Las tareas de la casa
Muchas personas mayores necesitan ayuda ocasionalmente para manejar aparatos electrónicos, o ciertos electrodomésticos que tienen muchos programas. Esto puede deberse no solo a la edad sino a la relación que su generación tiene con la tecnología, que no es la misma que la de quienes nacieron utilizando estos aparatos. Sin embargo, a quienes padecen Alzheimer se les hace difícil completar tareas cotidianas, y pueden olvidar que dejaron la llave de gas prendida, la plancha enchufada, o las llaves puestas en la cerradura del lado de afuera.


- Resolver problemas aritméticos
A muchas personas, mayores o no, les cuesta de vez en cuando sumar, restar y realizar potras operaciones matemáticas. Pero quien tiene Alzheimer vive un cambio en su habilidad secuencial, que le impide desarrollar y seguir un plan o trabajar con números. Esto puede aplicarse tanto a seguir una receta como a manejar los gastos mensuales...


- Desorientación de tiempo o lugar
Como un síntoma del stress, por ejemplo, muchas veces no sabemos en que día de la semana estamos viviendo. Pero luego nos damos cuenta.
Quienes tienen Alzheimer olvidan fechas y en general el paso del tiempo. También tienen una desorientación espacial, por lo que a veces olvidan dónde están y cómo llegaron allí, incluso tratándose de lugares muy conocidos a los que van frecuentemente.


- Problemas con la vista
Muchas personas mayores tienen cataratas, una nubosidad en el cristalino del ojo que dificulta la visión. Sin embargo, quienes tienen Alzheimer tienen problemas para comprender lo que ven. Esto les puede causar dificultades para leer, determinar la utilidad de los objetos y por ende utilizarlos inadecuadamente.


- El uso de la palabra
“Lo tengo en la punta de la lengua”. A todos nos ha pasado que por momentos, no encontramos la palabra exacta para expresar una idea.
La situación de quienes padecen Alzheimer es diferente, ya que pueden tener problemas en seguir o participar en una conversación, o detenerse en medio de una frase porque no recuerdan lo que estaban diciendo… Y también puede suceder que repitan muchas veces lo mismo o que no puedan articular algunas palabras aunque sean de uso frecuente.


- Perder cosas
De vez en cuando, todos podemos dejar objetos en un lugar equivocado, u olvidar donde están los anteojos o las llaves. Pero una persona con Alzheimer suele colocar cosas fuera de lugar, y no puede desandar el camino para encontrarlas porque no recuerda como llegó hasta ahí. A veces, incluso puede acusar a los demás de robarle.


- Problemas de criterio
Todos hemos tomamos a veces alguna mala decisión. Pero quienes tienen
Alzheimer pueden llegar a gastar gran cantidad de dinero en productos que se venden por televisión o mediante un telemarketer, por ejemplo, o comprar varias veces algo que ya habían comprado. Son muy vulnerables a ser timados (el “cuento del tío”) sin siquiera tener registro de que lo fueron.


- Cambios en la personalidad
La gente mayor suele desarrollar maneras muy específicas de hacer las cosas y se enoja cuando algo interrumpe su rutina. Pero quienes tienen Alzheimer pueden cambiar su personalidad, sentirse confundidas, perseguidas, deprimidas o ansiosas. Se pueden enojar fácilmente con su entorno, haciendo muy difícil la convivencia. Esto ocurre, por sobre todo, por no poder darse cuenta de que están enfermos y esto hace que se enojen con su entorno cuando se les marca un error o cuando no se les permite hacer alguna tarea que ellos consideran que pueden seguir haciendo sin problemas.


Con estas pautas, puede ser más sencillo identificar en qué casos algunos cambios de conducta se deben simplemente a la edad, o hay que consultar a un médico para evaluar si esa persona tiene Alzheimer. En este último caso, es importante saber que si bien la enfermedad es progresiva y no tiene cura hasta el momento, en la actualidad hay muchas herramientas y propuestas para hacerla mas llevadera, tanto para el paciente como para su familia y amigos.

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