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Noticia Ampliada

  • 17/07/2025
  • Vivir la tercera edad con vitalidad

Por la Lic. Cecilia Millán. M.N.:28547, Manantial Grupo Humano (www.manantialghumano.com.ar).

Cuando hablamos de la tercera edad, la vejez, los adultos mayores, enseguida asociamos inconscientemente este concepto con el decaimiento, la enfermedad o el deterioro.

Son preconceptos que como sociedad debemos reformularnos y repensar ya que, dado que la expectativa de vida se extendió y se trabaja mucho con el concepto de envejecimiento activo y saludable, actualmente una persona mayor tiene muchas posibilidades de disfrutar de aquella etapa de la vida a la que se llega luego de un largo recorrido, sin miedos, con placer y hasta disfrutando de ciertos beneficios acordes al medio en que se encuentra.

Abuelos activos

Desde la gerontología actual, se incentiva desde muchos lugares a las personas mayores. Incluso ya los “abuelos” dejaron de ser aquellas personas cubiertas de canas, sentadas en un sillón y con una actitud más bien pasiva frente a la vida. Hoy en día las personas mayores que gozan de buena salud, realizan tratamientos y controles preventivos, y quienes mantienen vivo el deseo de continuar viviendo en plenitud pueden lograrlo.

Sin caer en un exceso de optimismo ni perder el sentido de realidad de lo frágil que es esta etapa de la vida, se puede aprovechar el momento para mantener rutinas, incorporar nuevos hábitos, integrarse a nuevos grupos sociales o realizar actividad física, disfrutando de alguna disciplina cultural.

Actividades que se pueden desarrollar en esta etapa

Es importante que la persona sea consciente de sus gustos y elecciones, y se lo incentive a mantenerlos, por ejemplo a leer el diario y mantenerse informado.

También si tuvo o tiene alguna preferencia por alguna actividad cultural o lúdica es de gran ayuda mantenerla, no solo por la función recreativa que ésta tiene, sino también porque muchas veces colabora a evitar o enlentecer el proceso de deterioro cognitivo.

Sobre los eventos culturales existe una gran población que, aún con dificultad se resiste a dejar de asistir por ejemplo a conciertos. Lo mismo ocurre con el cine o con el teatro, y hoy en día hay que tener en cuenta que hay muchas salas acondicionadas para la comodidad de las personas mayores, e incluso las tarifas muchas veces son reducidas, haciendo más accesible la concurrencia a diferentes espectáculos.

El acompañamiento de las familias en todo este desarrollo ocupa un lugar fundamental, ya que son ellos quienes pueden y deben estimularlos a mantenerse activos. Es importante que sean incluidos en eventos familiares, que se los pueda integrar en conversaciones, que mantengan vínculos cercanos con las familias sobre todo cuando se extienden. Loa adultos mayores disfrutan mucho por ejemplo de los nacimientos, de nietos y bisnietos en muchos casos. El vínculo con los más pequeños les brinda un plus de vitalidad y energía que es digno de ser contemplado.

Así también es importante que se considere la posibilidad de acceder a espacios abiertos, de poder llevarlos a casas fuera de la ciudad, de vacaciones, o simplemente paseos que los hagan redescubrir la ciudad en la que viven. Por supuesto que no es lo mismo si el adulto mayor transcurre su vida en un barrio central de una ciudad, si vive en un departamento o si reside en un ámbito más bien rural. Aun así la estimulación ocupa un lugar fundamental, y en caso que la familia no pueda realizarlo directamente -o bien cuenten con acompañantes o personas especializadas y encargadas de su cuidado-, supervisar que sean éstos los responsables no solo de los cuidados básicos sino también de mantenerlos activos.

Realizar caminatas, poder hacer alguna actividad física adaptada a sus limitaciones si las tuviera, ayudarlos a mantener su autonomía, por ejemplo en relación a las compras personales que deseen realizar, es muy importante. Se los puede acompañar a que ellos adquieran productos que consumen, para que tampoco pierdan el manejo del dinero ni sus gustos, evitando así darles todo servido, es una buena tarea a tener en cuenta.

Los espacios lúdicos y de diversión son muy interesantes y se pueden aprovechar de muchas maneras. Están las señoras que se juntan a jugar al bridge o al burako, los señores prefieren el póker y es muy habitual ver como muchos concurren a salas de juegos como bingos o casinos, y pasan horas entreteniéndose solos o acompañados.

También hay que tener en cuenta que últimamente se está trabajando mucho desde lo institucional para brindar espacios de contención, diversión y estimulación a los adultos mayores. Para eso se están creando los llamados “Centros de día” o “Clubes de tarde” que son espacios que se abren en instituciones de diferentes tipos dedicados a esta población. En ellos se realizan diferentes actividades que incluyen desde talleres de memoria, musicoterapia, actividades de estimulación cognitiva de todo tipo y acorde a las necesidades del participante, proyección de películas y documentales, debates, salidas especiales a eventos, ya sean diurnas como nocturnas, festejos de cumpleaños, entre otras. Todas ellas posibilitan que se acceda no solo a un espacio de esparcimiento sino también de socialización, permitiendo crear nuevos vínculos con pares.

Como puede verse desde esta perspectiva, la vejez no siempre es una etapa de padecimiento, y como todo en la vida, muchas veces depende de la voluntad y el deseo que tenga cada persona, para poder disfrutar más de la vida.

El vínculo con pares: fundamental
Es importante considerar que los vínculos con pares contribuyen a identificarse con las problemáticas que cada sujeto atraviesa y así de alguna manera aliviar la sensación de sentir que algunas cosas “solo les suceden a ellos”. Ya el hecho de conversar con otras personas los mantiene activos, integrados y dispersos respecto a lo rutinario de lo cotidiano.

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