Noticia Ampliada
- 08/07/2025
- Ciudad vieja o ciudad antigua
Por Arq. Jorge Aslan, Aslan y Ezcurra y asoc., www.aslanyezcurra.com.ar
Las manifestaciones culturales de las ciudades también se expresan através de su arquitectura. Son las que dan identidad a las urbes. En
algunos casos, las construcciones se adaptan al ambiente natural y en
otros casos lo transforman por eso es tan importante definir
políticas claras de intervención por parte de las administraciones
públicas.
Pero hay que tener cuidado de no confundirse y creer que por tener
como cualidad el ser viejo una construcción deba ser conservada. Es
que lo viejo no es sinónimo de valioso. No cualquier construcción
debe ser cuidada y mantenida. ¿Qué debe tener una edificación para
tener ese valor extra? Por empezar, debe ser posible de recuperar,
funcionalmente tiene que ser apta para este momento y no para 1850.
Hoy, en la Ciudad de Buenos Aires, el código establece que todo lo
que se demuele de antes de 1941 debe pasar por una comisión que decide
si ese edificio tiene consecuencias patrimoniales, si es recuperable o
intocable. Eso obliga a los arquitectos a ingeniárselas en buscar una
solución que no implique cambiar la cara de la ciudad. Una demolición
consensuada con un organismo como la comisión de patrimonio es
necesaria y ventajosa para todos.
Por ejemplo, este año, en la calle Paraguay entre Paraná y Montevideo
se realizó la refuncionalización de un edificio viejo que obtuvo un
premio por conservación de patrimonio. Esto se logró rejuveneciéndolo
pero sin cambiar el aspecto del edificio. Sin embargo, adentro se hizo
un trabajo muy interesante de modernización.
Es algo que sucede en las más grandes y célebres ciudades del mundo:
se apuntalan las fachadas y adentro se hacen edificios nuevos.
Por ejemplo, si en Italia no se conservara el patrimonio
arquitectónico se perderían los 60 o 70 millones de turistas que la
visitan permanentemente. A nadie se le ocurriría tocar ciertos
edificios. Roma arrasada y convertida en Puerto Madero no sería Roma.
Eso no significa que no se construya en Roma, los edificios modernos
están afuera de la ciudad. De todas forman, en algunos casos lo que se
hace es la conservación de fachadas y por dentro se realizan muy
buenas intervenciones y edificios 100% funcionales a nuestros tiempos.
Un buena muestra a nivel local es el edificio de Fundación Proa en la
Boca donde se hicieron obras de remodelación, se destacaron todos
atributos de calidad y se mantuvo el perfil del entorno.
La contracara de esto es un tema que todavía no está resuelto y es la
pérdida monetaria de los edificios que se catalogan como importantes
para conservar el aspecto de la ciudad. Mi estudio es un edificio
construido en 1943 por el arquitecto Antonio Vilar, que ha hecho mucho
del racionalismo arquitectónico de Buenos Aires como el histórico
edificio del Automóvil Club Argentino. Yo no podría construir una
torre en este terreno. Eso está bien, porque es una obra valiosa en la
historia de la arquitectura porteña. Se debería buscar una legislación
que subsidie una diferencia de valor en los edificios catalogados. Si
desde el punto de vista del código se pueden construir 3mil metros
cuadrados pero resulta que uno tiene la suerte o la desgracia de
tener un edificio catalogado que no puede tocarse, el estado debería
otorgar algún tipo de subsidio que equilibre la situación. Algo que
estamos lejos de resolver. Historial de noticias